Noah Lyles, resiliencia y gloria: el velocista estadounidense brilla en el Mundial de Tokio 2025

El atletismo mundial volvió a rendirse ante Noah Lyles. El velocista estadounidense, conocido por su carisma y su capacidad de reinventarse tras cada tropiezo, sumó una nueva página a su legado en el Mundial de Atletismo 2025 en Tokio: conquistó el bronce en los 100 metros con un tiempo de 9,89 segundos y se clasificó a la final de los 200 metros con la mejor marca mundial del año (19,51 segundos).

De un niño con obstáculos a un referente mundial

La historia de Lyles es tan inspiradora como sus logros deportivos. Diagnosticado en su infancia con asma, dislexia y TDAH, enfrentó dificultades académicas y personales que parecían insuperables. Sin embargo, encontró en la pista de atletismo una forma de expresarse y un camino hacia la grandeza.

Con el apoyo de su familia y docentes que lo motivaron a creer en sí mismo, el joven tímido de Virginia se transformó en uno de los velocistas más vibrantes de la era moderna. Hoy, a sus 28 años, suma títulos mundiales, récords históricos y un oro olímpico que lo consolidan como heredero natural de Usain Bolt.

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Una carrera forjada en la adversidad

Desde que sorprendió en los Juegos Olímpicos de la Juventud 2014 en Nankín, Lyles mostró una confianza que lo llevó a tomar decisiones arriesgadas, como firmar con Adidas en 2016 sin pasar por la universidad. Tres años más tarde, en Doha 2019, se consagró campeón mundial de los 200 metros y del relevo 4×100.

No todo fue éxito inmediato. En los Juegos Olímpicos Tokio 2020 debió conformarse con el bronce, y admitió haber atravesado episodios de depresión. Pero volvió más fuerte: en Eugene 2022 batió el récord estadounidense de los 200 metros (19,31) y en Budapest 2023 logró el triplete en 100 m, 200 m y 4×100, una hazaña que solo Usain Bolt había conseguido antes. Su consagración definitiva llegó en París 2024, cuando obtuvo el oro olímpico en los 100 metros en una final histórica definida por photo finish.

Tokio 2025: presente y futuro para Noah Lyles

En Tokio, Lyles enfrenta a una nueva generación de sprinters, liderada por los jamaiquinos Oblique Seville (oro en 100 m con 9,77) y Kishane Thompson (plata con 9,82). El bronce en los 100 m confirma que sigue en la élite, aunque los rivales aprietan cada vez más.

Donde reafirmó su vigencia fue en los 200 metros, su prueba predilecta: tras avanzar sólido en heats, firmó en semifinales un 19,51, el mejor registro de 2025, y se perfila como favorito para la final.

Noah Lyles, más que un campeón

Más allá de las medallas, Noah Lyles se ha convertido en un símbolo de superación personal. Cada triunfo celebra no solo la velocidad, sino también la victoria sobre el miedo, la inseguridad y la adversidad.

De aquel niño asmático y disléxico que dudaba de sí mismo, emergió un atleta que inspira a millones en todo el mundo. Su legado ya no se mide solo en récords y títulos, sino en la fuerza de su ejemplo: el de alguien que transformó cada obstáculo en motor para alcanzar la gloria.